Ylang Ylang, Aceite de Cedro, Té Verde, Infusión de Caléndula y Baobab
La maceración de esta esencia comienza como un ritual, donde los ingredientes más puros se encuentran en perfecta sintonía. Es un proceso lento, casi como si la naturaleza misma se tomara su tiempo para entregarnos lo mejor de sí.
Las primeras horas, los aromas son sutiles, un suspiro entre la tierra y el viento, pero con el paso del tiempo, meses, la magia se despliéguelasga: el sutil olor del té verde se entrelaza con el toque floral y acogedor del Ylang Ylang, mientras que el cedro, con su frescura silvestre, aporta un equilibrio cálido y profundo.
La combinación de estos ingredientes crea una fragancia sofisticada y compleja, que va más allá de un simple perfume. Su mezcla de notas amaderadas, florales, herbales y ligeramente afrutadas te envuelve en una atmósfera natural que no solo refresca la piel, sino que también relaja la mente y eleva el ánimo. Es el tipo de aroma que te transporta a un tranquilo bosque, a un jardín florecido o a un tranquilo paisaje natural, haciendo que cada aplicación sea un ritual sensorial único.
El té verde y el ylang ylang trabajan en sinergia para equilibrar la producción de sebo, proporcionando un efecto astringente que minimiza los poros y combate el exceso de grasa, sin resecar la piel. Ideal para pieles mixtas o grasas que necesitan un toque de frescura sin perder hidratación.
La infusión de baobab y el aceite de cedro aportan una hidratación duradera, restaurando el equilibrio de la piel, dejándola suave y flexible. Estos ingredientes ayudan a reforzar la barrera cutánea y mantienen la piel nutrida durante todo el día.
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