En Physiology contamos con dos limpiadores faciales que tienen resultados similares pero fórmulas y funciones diferentes, como el Dermolimpiador : que exfolia suavemente la piel mientras su activo desincrusta los poros dejando una piel limpia y fresca. El ácido salicílico es un beta-hidroxiácido que tiene propiedades exfoliantes y antiinflamatorias. Como tal, el dermolimpiador es capaz de penetrar profundamente en los poros de la piel, eliminando las células muertas y el exceso de sebo que puede causar brotes de acné.

La espuma de ácido salicílico se aplica de forma suave y fácil de aplicar. Puede ser útil para personas con piel grasa o propensa al acné, ya que ayuda a deshacerse de las bacterias y aceites que obstruyen los poros. Además, la espuma de ácido salicílico también puede ser útil para reducir la aparición de marcas de acné y HPI.

Mientras que el Limpiador a la miel: Gracias a la exclusiva mezcla de tensoactivos nacida de la constante investigación, limpia profundamente la piel sin lastimar la barrera cutánea, esta mezcla de tensoactivos suaves cuidan mientras limpian dejando una sensación fresca y de confort. Su fórmula basada en mieles vegetales preciosas como la de agave que es rica en inulina, la azúcar orgánica de caña que aporta glúcidos, así como la miel de regaliz que juntas fortalecen la microbiota cutánea y la acción barrera. La alta concentración de glicerina disminuye el impacto de los detergentes sobre la piel delicada.  Está formulado a un pH de 5.5 que es similar al de la piel sana. Es un limpiador que acaricia los sentidos gracias a su delicada fragancia.

¿Hay una forma más eficaz de aplicar el limpiador? 

En el caso de los limpiadores se recomienda aplicarlos con movimientos circulares para asegurarnos de que lo extendemos bien sobre rostro, cuello y escote.

¿La mejor forma de retirarlo? 

La forma más eficaz de retirar los desmaquillantes o aguas micelares es usar algodones, para los limpiadores en textura crema recomendamos las esponjas, y para los que son en gel o mousse utilizaríamos abundante agua. Para retirar tu limpiador debes optar por usar agua tibia. Y es que el agua fría es menos efectiva para eliminar los restos de producto y la caliente puede congestionar e irritar la piel.