ENROJECIMIENTO

ENROJECIMIENTO

Entendemos que la piel propensa al enrojecimiento es más común de lo que la gente se da cuenta, siendo motivo de considerable preocupación para muchos. Los enrojecimientos o vasos visibles en todas sus manifestaciones cutáneas, es decir “la piel roja” se deben a una anomalía del sistema venoso en la piel que no funciona con normalidad. Los enrojecimientos, con o sin sensaciones de calor, son pasajeros o con una duración un poco mayor. La piel enrojecida se manifiesta cuando los numerosos vasos sanguíneos ubicados debajo de la epidermis se dilatan o ensanchan. Esta dilatación provoca un aumento rápido del flujo sanguíneo, resultando en una apariencia enrojecida o rosada de la piel.

Este fenómeno es especialmente evidente en áreas donde los vasos sanguíneos están más próximos a la superficie cutánea, como las mejillas y el pecho. A menudo, la piel ruborizada puede ir acompañada de sensaciones de calor y una leve sensación de ardor. Aunque en la mayoría de los casos el rubor es benigno y de corta duración, es esencial prestar atención a cualquier otro síntoma que pueda acompañarlo. La piel sensible, enrojecida y persistente para algunos comienza como una franja rosada en las mejillas, que puede aparecer y desaparecer o permanecer. Poco a poco, el enrojecimiento se vuelve visiblemente más intenso, a veces acompañado de protuberancias o sensibilidad extrema, capilares dilatados y descamación.

FACTORES DE ENROJECIMIENTO

El enrojecimiento de la piel puede tener diversas causas, siendo el envejecimiento un factor significativo para muchas mujeres, especialmente aquellas de tez clara, fina o sensible. La exposición prolongada al sol se relaciona con el 27% de los casos de enrojecimiento, subrayando la importancia de una protección solar efectiva para prevenir nuevas manifestaciones y agravamientos. Aquellas personas con piel sensible pueden experimentar enrojecimiento simplemente debido a la naturaleza delicada de su piel, siendo crucial la elección de productos adecuados para aliviar y calmar este enrojecimiento.

En casos de enrojecimiento persistente, especialmente en las mejillas, podría indicar la presencia de trastornos cutáneos, requiriendo la evaluación de un profesional médico para un diagnóstico preciso. Además, el uso inadvertido de productos irritantes para el cuidado de la piel puede ser una causa subestimada de enrojecimiento, subrayando la importancia de una rutina de cuidado cutáneo delicada y consciente. Además del sol, el enrojecimiento o la irritación de la piel pueden deberse a otros factores desencadenantes que provocan la dilatación de los vasos sanguíneos faciales:

Factores externos:

Las variaciones bruscas de temperatura, como el calor, el frío y el viento, pueden desencadenar la sensibilidad cutánea al provocar la liberación de histamina. Esto causa prurito y dilatación de los vasos sanguíneos, resultando en enrojecimiento.

Uno de los principales enemigos de la piel sensible es la contaminación. Las finísimas partículas llamadas PM 2,5 (básicamente hollín) se adhieren a la superficie de la piel, donde se desencadena una reacción en cadena de estrés oxidativo, que causa irritación en el interior de la piel. Esta reacción deteriora su barrera protectora superficial, lo que provoca sequedad y un aumento adicional de la sensibilidad de la piel a los irritantes externos.

La radiación ultravioleta de la luz solar desencadena el estrés oxidativo y la inflamación de la piel, lo que puede provocar los desagradables síntomas asociados a la piel sensible. En general, el sol es también un “enemigo de la belleza” y constituye una de las principales causas del envejecimiento de la piel e incluso el acné. Incluye en tu rutina de cuidado diario protección solar de amplio espectro.

Muchos cosméticos se han creado sin tener en cuenta las pieles sensibles. Optar por productos formulados específicamente para calmar y proteger la piel sensible, que sean hipoalergénicos y testados en pieles sensibles o reactivas. 

Las lociones y las cremas no son los únicos elementos que afectan a tu piel. Los detergentes “biológicos” contienen enzimas que pueden causar irritación en la piel. Otros detergentes presentan una concentración tan alta de agentes irritantes, como el lauril, sulfato de sodio, que despojan a la piel de sus defensas.

Después de una operación, es probable que tengas una herida en la piel. Durante el período de curación, será muy sensible al tacto e incluso una ligera presión puede causar gran incomodidad. Tras una operación quirúrgica, la piel estará sensible a cualquier cosa menos a los productos de cuidado más delicados.

Factores internos:

¿Te has dado cuenta de que los platos especialmente picantes pueden hacer que la temperatura de tu piel también aumente? No se trata de una coincidencia: la sustancia llamada capsaicina que encontramos en la comida picante puede activar los receptores de irritación de la piel, lo que hace que estos síntomas sean habituales en la piel sensible. Muchas personas también experimentan rubor y enrojecimiento de la piel después de ingerir este tipo de alimentos.

El alcohol es una de las principales causas de la sensibilidad de la piel debido a dos importantes factores: En primer lugar, provoca la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel, lo que produce rubor y enrojecimiento. En segundo lugar, actúa como diurético (una sustancia que expulsa el agua de tu cuerpo), lo que provoca la sequedad de la piel, haciéndola más vulnerable a las agresiones externas.

La intolerancia al gluten puede verse reflejada en la piel. En casos extremos, se asocia con una virulenta erupción generalizada llamada dermatitis herpetiforme. Otras enfermedades de la piel, como la psoriasis, también han demostrado su mejora con una dieta sin gluten. El gluten no es un causante común de la sensibilidad de la piel, pero hay que observar si los síntomas se agravan después de comer pan, pasta u otros alimentos que contienen gluten.

Muchas mujeres llegan a la conclusión de que los síntomas de la piel sensible son provocados por fluctuaciones hormonales como su ciclo menstrual o la etapa perimenopáusica de la vida. Los cambios hormonales tienden a empeorar el rubor y el enrojecimiento de la piel.

Para algunas personas, el estrés y las emociones intensas pueden ser un desencadenante de la piel sensible. Cuando te alteras, las terminaciones nerviosas de la piel empiezan a emitir señales de dolor y los vasos sanguíneos del rostro y el cuello se dilatan, provocando un rubor visible y haciendo que la cara y el cuello experimenten ardor.

PIEL SENSIBLE

La piel sensible constituye una condición dermatológica identificada por sensaciones desagradables como pinchazos, tirantez o ardor, frecuentemente acompañadas de sequedad y enrojecimiento. Esta susceptibilidad cutánea puede manifestarse en cualquier tipo de piel, ya sea seca, grasa o mixta, y puede presentarse de manera crónica o como respuesta a factores específicos, siendo su tendencia al enrojecimiento una característica distintiva. La piel sensible se manifiesta con la visibilidad de pequeños vasos sanguíneos, descamación y una notable reactividad ante diversos estímulos.

La hipersensibilidad de las terminaciones nerviosas cutáneas conduce a respuestas dolorosas ante estímulos que normalmente serían inofensivos. Aunque las causas exactas de este fenómeno aún no se comprenden completamente, se identifican dos factores principales responsables de la disminución del umbral de tolerancia y la sensibilidad cutánea.

Factores Contribuyentes

En la piel sensible e intolerante, la función de barrera de la epidermis se ve comprometida, favoreciendo la deshidratación cutánea y facilitando la penetración de agentes irritantes. Este fenómeno desencadena sensaciones desagradables y contribuye al estado de hipersensibilidad.

La piel sensible e intolerante tiende a producir una cantidad excesiva de radicales libres, contribuyendo a la amplificación de las sensaciones desfavorables. Esta respuesta oxidativa puede exacerbar la irritación cutánea y comprometer aún más la integridad de la piel.

La prevalencia de la piel sensible se estima en aproximadamente un tercio de la población adulta, siendo las mujeres afectadas con mayor frecuencia (60%) en comparación con los hombres (40%). Aunque la predisposición genética y familiar influye en la sensibilidad cutánea, no se limita exclusivamente al color de la piel, ya que la piel clara no determina de manera definitiva esta condición. La incidencia de piel sensible generalmente disminuye con la edad.

ROSÁCEA Y CUPEROSIS

La rosácea y la cuperosis, una manifestación específica de la rosácea, son trastornos cutáneos que predominantemente provocan enrojecimiento y la visibilidad de vasos sanguíneos en la región facial. No obstante, estas manifestaciones no constituyen las únicas causas subyacentes. Diversas patologías dermatológicas, que inducen la dilatación vascular, pueden desencadenar la cuperosis, y el enrojecimiento puede ser indicativo de condiciones subyacentes que requieren una evaluación exhaustiva.

Adicionalmente, ciertos fármacos pueden propiciar la aparición de vasos sanguíneos dilatados en la cara o intensificar aquellos ya presentes. Por lo tanto, ante cualquier incertidumbre, se aconseja realizar una consulta dermatológica para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

La cuperosis se caracteriza por la dilatación de pequeños vasos superficiales cutáneos, formando una red de líneas lineales rojizas en la cara. La configuración de esta red puede variar según factores como el tipo de piel, la edad, la temperatura ambiente y cambios térmicos internos o externos. Los vasos pueden exhibir distintos diámetros, y su coloración oscila entre el rojo brillante, el púrpura e incluso el azul.

La topografía afectada suele ser simétrica, con mayor prevalencia en áreas como los pómulos y las mejillas, aunque también puede extenderse a otras partes del rostro. El término general que engloba estas variantes es la eritrocuperosis. Adicionalmente, en algunos casos de cuperosis, se observa la presencia de un angioma en forma de estrella, conocido como “angioma de araña”, que se caracteriza por una mancha roja central más o menos elevada.

La rosácea, por otro lado, es una afección dermatológica frecuente que afecta exclusivamente la cara, especialmente la nariz, mejillas, frente y barbilla. Aunque los ojos pueden verse comprometidos en casos de rosácea ocular, esta manifestación es menos común. Es importante destacar que la rosácea no debe confundirse con el acné, y el término “acné rosácea”, utilizado en ocasiones, está siendo progresivamente eliminado. Esta condición cutánea visible puede representar un desafío psicológico significativo debido a la desfiguración que causa, a menudo siendo malinterpretada como un signo de alcoholismo crónico.

DERMATITIS

Otra de las causas más comunes del enrojecimiento de la piel es la dermatitis. Esta es una afección muy frecuente en las personas con pieles sensibles. Produce inflamación, manchas rojas, comezón y escozor. Aunque las pieles atópicas son las más propensas a los brotes de dermatitis, también es posible encontrar otros tipos de inflamación de la dermis.

Así, la dermatitis puede aparecer por contacto con agentes irritantes o alérgenos como detergentes, perfumes y hasta ciertas plantas. Además de la dermatitis atópica, que es la que afecta a las pieles sensibles, existe una dermatitis seborreica.

QUEMADURAS

La causa más común del enrojecimiento en cuello y escote, así como rostro, brazos, piernas e incluso espalda, son las quemaduras. En verano, buena parte de la población que está de vacaciones y pasa largas jornadas en la playa o la piscina puede presentar quemaduras leves. Estas surgen cuando te expones al sol sin la protección adecuada.

Los rayos ultravioletas son los responsables de dañar a la piel. El enrojecimiento ocurre cuando el cuerpo reacciona enviando más sangre al área expuesta para intentar paliar los efectos de los rayos UV.

También puede haber quemaduras por exposición a ciertos agentes químicos irritantes, como los blanqueadores, ácidos, detergentes e, incluso, la cera para depilar. Por ejemplo, si utilizas bandas depilatorias para las axilas, puedes dar un tirón como no es debido y quemar la zona. Otro tipo de quemaduras son las térmicas, que ocurren cuando la piel entra en contacto con cosas calientes.

MANCHAS ROJAS EN LA PIEL

Las manchas rojas en el rostro pueden derivar de diversas fuentes, si bien las más frecuentes son, con diferencia, las marcas residuales de brotes cutáneos. En individuos de tez clara, estas imperfecciones suelen manifestarse como áreas de tonalidad rosa a roja; en tonos de piel más oscuros, tienden a adquirir tonalidades bronceadas o marrón oscuro y, aunque persistentes, tienden a desvanecerse con el tiempo. Puede acelerar este proceso mediante la implementación de las recomendaciones proporcionadas en este artículo.

Es importante señalar que el acné en sí mismo suele presentar un tono rojizo, y existen otros trastornos dermatológicos que también pueden ocasionar la aparición de manchas rojas, tanto a corto como a largo plazo. En caso de que las manchas rojas no muestren mejoría con productos de cuidado de la piel de venta libre, incluyendo tratamientos específicos para el acné cuando sea necesario, se vuelve imperativo buscar la evaluación de un dermatólogo. Este profesional podrá examinar las manchas rojas de manera detallada y proporcionar soluciones médicas adecuadas.

REDUCE ROJECES E IRRITACIONES

Es de suma importancia comenzar a calmar, hidratar y nutrir la piel, la inactividad o la aplicación mínima de cuidados podría agravar el enrojecimiento y la sensibilidad. La experiencia de tener el rostro cubierto de rojeces puede afectar significativamente la confianza en uno mismo. El enrojecimiento cutáneo no es simplemente una imperfección estética que requiera ocultarse, también es un síntoma de piel sensible que demanda un cuidado específico y ajustes en el estilo de vida.

Prevenir el enrojecimiento de la piel no siempre es sencillo, pero seguir estas recomendaciones puede ser beneficioso:

– Evita temperaturas extremas y vístete adecuadamente según el clima.

– Bebe muchos líquidos para evitar el sobrecalentamiento y la deshidratación.

– Limita el consumo de alcohol.

– Aprende técnicas de relajación, como ejercicios de respiración, conciencia plena y meditación, para sobrellevar el estrés.

– Deseche los astringentes o cualquier producto para el cuidado de la piel que contenga altas concentraciones de alcohol secante como alcohol SD o alcohol desnaturalizado o hamamelis.

– Deshágase de los tratamientos que contengan aceites o extractos de plantas aromáticas naturales irritantes, como lavanda, pomelo, menta, limón, eucalipto y rosa. Esto incluye los aceites esenciales que contienen compuestos volátiles que agravan la piel.

– Evite productos que contengan fragancias sintéticas, la fragancia es el desencadenante número uno de la cara roja y otros signos de sensibilidad.

– Trata cualquier afección médica subyacente que pueda causar enrojecimiento de la piel.

Para la piel enrojecida que se relaciona con el estrés, la ansiedad o las respuestas emocionales, un profesional médico puede aconsejar sobre terapias y técnicas que pueden ayudar.

INGREDIENTES CALMANTES

Los ingredientes calmantes para la piel constituyen un conjunto excepcional de componentes que al aplicarse sobre la piel, trabajan de manera visible para reducir los signos de irritación o sensibilidad. En su mayoría, estos ingredientes son derivados de plantas y los de mayor calidad también ofrecen propiedades antioxidantes.

La piel que presenta sensibilidad o irritación, incluyendo aquella propensa a condiciones como eczema, acné y rosácea, experimenta notables beneficios al utilizar este grupo de ingredientes. No obstante, las investigaciones respaldan la afirmación de que los ingredientes calmantes son beneficiosos para todos los tipos de piel. Aunque ciertos ingredientes pueden resultar perjudiciales para la piel sensible, otros son altamente beneficiosos y contribuyen a mantener la piel en un estado saludable y radiante. A continuación, se presenta una lista de ingredientes recomendables para las pieles sensibles:

La Niacinamida es un derivado de la vitamina B3 que puede ayudar a calmar la piel, reducir la inflamación y el enrojecimiento, y mejorar la barrera de la piel.

 

Su característica principal es su gran capacidad para atraer y retener el agua, por lo que en cosmética se ha convertido en uno de los que no pueden faltar. En su uso tópico aporta grandes dosis de hidratación a la piel, además de darle un aspecto más terso y ayudar a rellenar las pequeñas arrugas y líneas de expresión.

 

 

A la miel, se le atribuyen propiedades antibióticas, siendo un excelente antiséptico para las lesiones de la piel. Aumenta la capacidad de resistencia del organismo a las infecciones, convirtiéndo en un cicatrizante y regenerador de las células de tejidos lesionados por quemaduras diversas, heridas y úlceras. Otras propiedades en la piel son anti prurito y desinflamante contra picaduras.

 

 

 

El ácido azelaico es un ingrediente que se considera en el tratamiento de algunos tipos de acné, la rosácea, el enrojecimiento de pieles sensibles, las manchas. En general, es utilizado para mejorar la textura del tejido cutáneo. Posee propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antioxidantes, entre otras.

 

 

 

 

La centella asiática es una planta rica en vitamina A, B1, B2, C, niacina y caroteno, con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antibacteriales. Puede ayudar a reducir la inflamación y a mejorar la salud de la piel.

 

 

 

 

 

El aloe vera es conocido por sus propiedades calmantes y curativas. Puede ayudar a reducir la irritación y la inflamación, y a promover la curación de la piel.

RECOMENDACIONES

No adoptar precauciones frente a los factores desencadenantes tradicionales puede desencadenar y agravar la piel sensible. Es esencial reconocer que la piel sensible puede manifestarse de manera independiente o coexistir con otros trastornos cutáneos. Al optar por un cuidado facial suave, se reducen las posibilidades de agravar la piel con tendencia a la rosácea. Utiliza los productos adecuados y estimula la recuperación de tu piel. Así, también podrás prevenir las rojeces y la inflamación. Enriquecidos con activos nutritivos y calmantes, nuestra soluciones ayudan a reducir la apariencia general de enrojecimiento, suavizar el tono irregular de la piel y calmar la irritación. Descubra toda la gama y sus maravillosos beneficios reconfortantes para pieles sensibles. 

La rutina de cuidado incluye un Limpiador a la miel – 200ml, Esencia de Kombucha – 125ml,  Crema Rica Humectante – 30ml,  A-Tocopherol – 30ml y Serum Lifeguard .

Rutina Mañana y Noche:

Paso uno: Limpiador a la miel

Aplicar en piel húmeda y masajear al menos 30 segundos, enjuagar con abundante agua y secar.

 

Paso dos: Esencia de Kombucha

Mezcle  suavemente para distribuir las esferas nutritivas  y aplique en piel limpia las veces que requiera y posteriormente continúe con su rutina.

 

Paso tres: Crema Rica Humectante

 Apta para aplicar libremente en rostro, puede extenderse a contorno de ojos sin llegar al lagrimal.

 

Paso cuatro: Alfatocopherol – Vitamina E 1%

Aplicar una pequeña cantidad de producto sobre la piel limpia y seca, masajear suavemente con movimientos circulares hasta que la crema se haya absorbido por completo.

 

Paso cinco: Serum Lifeguard

Aplicar cantidad suficiente, puede ser aplicado en piel irritada o lastimada, piel seca o sensibilizada. Evite el contacto con el contorno de los ojos.

 

La comprensión de los elementos que contribuyen a la sensibilidad cutánea es fundamental para abordar de manera efectiva esta condición dermatológica. En Physiology Skincare creemos que aliviar la causa subyacente del enrojecimiento con productos enriquecidos con activos nutritivos y calmantes, nuestras soluciones ayudan a reducir la apariencia general de enrojecimiento, suavizar el tono irregular de la piel y calmar la irritación. Descubra toda la gama y sus maravillosos beneficios reconfortantes para pieles sensibles y luzcas una piel con más confianza y de apariencia saludable.

#FormulamosArte

REFERENCIAS

1.Revista Internacional de Dermatología y Venereología , diciembre de 2021, páginas 199–209

2.Asociación de la Academia Estadounidense de Dermatología , consultado en octubre de 2022, página web

3.Dermatología Práctica y Conceptual , octubre 2017, páginas 31-37

4.Revista de la Academia Europea de Dermatología y Venereología , febrero de 2016, Suplemento, páginas 2-8

5.The Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology , noviembre de 2008, páginas 38-4412. 

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