La piel como el órgano más grande del cuerpo tiene características especiales, no olvidemos que la piel no es un órgano estético, sino que nos brinda protección, calor, y nos mantiene con vida, por lo tanto, hay que cuidarla y no agredirla. Día tras día nuestra piel se ve agredida por el sol, contaminación, roces, golpes, cosméticos y productos que nosotros mismo le ponemos, y es impresionante la cantidad de cosas que somos capaces de hacer con tal de conseguir la perfección que lejos de cuidar termina jugándonos en contra.

Como químico formulador estoy consciente que cada fórmula debe ser hecha con las características que hagan benéfico o en todo caso inocuo al cosmético. Una cosa importante que debo mencionar es que ningún cosmético, absolutamente ningún cosmético tiene la capacidad de cambiar o modificar las características de la piel, todos los cosméticos actúan de forma superficial en la epidermis, por lo que decir que actúa en lo más profundo de la piel es una mentira absoluta.